domingo, 25 de noviembre de 2012

ENTREMOZOS




Tradicionalmente son muy consumidos en el mediterráneo desde hace muchos siglos. Los entremozos son un buen sustituto para las personas que no pueden tomar soja o simplemente que quieren consumir otra proteína vegetal o legumbre diferente. Para los agricultores es también una solución cuando solo tienen terrenos pobres o demasiado ácidos ya que los entremozos crecen muy bien en este tipo de terrenos.

Históricamente se ha utilizado mucho por sus propiedades o facilidad para expulsar los parásitos intestinales del organismo humano, ya que contiene gran cantidad de fibra.

El ligero sabor amargo del entremozo y su alto contenido en fibra le dan unas propiedades antidiabéticas muy interesantes.

Sirve de alimento tanto para el hombre como para los animales.

Favorece la salud cardiovascular gracias a su aporte de ácidos grasos.

(entremozos secos, sin cocer, tal y como se pueden encontrar en algunas tiendas)


Destaca sobre todo su altísimo aporte proteico que lo convierte en una buena proteína vegetal alternativa a la carne y a la soja.

Es muy remineralizante destacando su aporte en hierro (7´6 mg.) y en calcio (180 mg.)

También aporta Zinc, el potasio, fósforo, magnesio, vitaminas del grupo B y vitamina E. Aunque el aporte de los entremozos en grasas es alto, hay que tener en cuenta que se habla de ácidos grasos, cuyo aporte es beneficioso.

Los entremozos  contienen alcaloides  como la lupanina o la lupinina que son los que le dan su sabor amargo, razón por la cual para consumirlos se debe de eliminar.

Puede utilizarse  como  aperitivo para lo que normalmente se salan y se dejan en ese agua salada hasta que se salan un poco, pero también se pueden incorporar a ensaladas y otras combinaciones como cualquier otro tipo de legumbres. Actualmente se están empleando como alternativa al uso de la soja.

Ingredientes:

Entremozos secos
Agua
Sal

Elaboración Tradicional:

Poner a remojo los entremozos en agua templada con sal durante al menos 12 horas. Pasado este tiempo, cocer durante  unos 45 minutos que se desprenda la piel fácilmente haciendo un poco de presión. Retirar el agua y colocar en abundante agua fría, cambiándola durante al menos 2 veces al día durante una semana como mínimo para quitarle el amargor. Una vez se le haya quitado el amargor, poner en agua con sal, y dejar unas horas. Pasado este tiempo están listos para consumir tanto como aperitivo como en ensaladas etc.

Aclaraciones:

Se puede ahorrar tiempo de cocción si se hace en olla exprés durante 30 minutos contados desde que empieza a salir vapor por la válvula.
También es posible la cocción en olla programable en el programa legumbres duras durante 30 minutos.