domingo, 18 de febrero de 2018

GOFRES DE LIEJA (OTRA FÓRMULA I)



Ingredientes:

250 g de harina de fuerza
90 g de leche
1 huevo
25 g de levadura fresca
5 g de sal
40 g de azúcar
3 g de aroma de vainilla
100 g de mantequilla
100 g de azúcar perlado

Elaboración Tradicional:

Disolver la levadura en un poco de leche ligeramente templada. Hacer una masa con todos los ingredientes a excepción de la mantequilla y el azúcar perlado. Dejar reposar 30 minutos. Pasado este tiempo, desgasificar ligeramente y amasar añadiendo la mantequilla en pomada poco a poco hasta que esté completamente integrada. Por último, incorporar el azúcar perlado, repartiéndolo por toda la masa sin amasar demasiado para que este no se disuelva. Dividir la masa en trozos de unos 100 g, dejándolos reposar por espacio de unos 15 minutos. Con la gofrera caliente proceder a cocer los gofres durante 3 o 4 minutos hasta que estén dorados. Una vez hechos dejar enfriar de canto, sobre una rejilla para que no se ablanden con el vapor. Al sacarlos están muy tiernos, y se desmoronan fácilmente pero al enfriar un poco el azúcar perlado que se ha caramelizado se empieza a endurecer y toman más cuerpo.

Elaboración en Thermomix®:

Poner la leche en vaso y programar a 50º C durante 2 minutos en velocidad 2. Añadir la levadura y mezclar durante unos segundos en velocidad 4. Incorporar el resto de ingredientes a excepción de la mantequilla y el azúcar perlado y amasar durante 1 minuto en velocidad espiga. Dejar reposar en el vaso durante 30 minutos. Pasado este tiempo, amasar 20 segundos en velocidad espiga para desgasificar ligeramente. Posteriormente añadir la mantequilla y amasar durante 1 minuto en velocidad espiga. Sacar y amasar a mano hasta que esté completamente integrada. Por último, incorporar el azúcar perlado, repartiéndolo por toda la masa sin amasar demasiado para que este no se disuelva. Dividir la masa en trozos de unos 100 g, dejándolos reposar por espacio de unos 15 minutos. Con la gofrera caliente proceder a cocer los gofres durante 3 o 4 minutos hasta que estén dorados. Una vez hechos dejar enfriar de canto, sobre una rejilla para que no se ablanden con el vapor. Al sacarlos están muy tiernos, y se desmoronan fácilmente pero al enfriar un poco el azúcar perlado que se ha caramelizado se empieza a endurecer y toman más cuerpo.